sábado, 25 de abril de 2009

COFRADÍAS EULALIENSES.


La joven Eulalia de Mérida fue llevada por su madre a una villa propiedad de la familia por temor a que se declarase públicamente como cristiana.

Sin embargo, aprovechando la oscuridad de la noche, regresó a Mérida para dar testimonio de su fe.

Y al dar testimonio de su fe murió Mártir.

A partir de entonces su nombre comenzó a divulgarse por todos los lugares del antiguo Imperio Romano; y para acogerse a su tutela comenzaron a llegar numerosos peregrinos a su basílica; después sus reliquias fueron utilizadas para erigir numerosas iglesias en el solar del antiguo Imperio Romano, especialmente en el Oeste europeo.

Aquella devoción dio lugar tras la Reconquista a una nueva forma grupal de culto: las Cofradías Eulalienses.

En España están aún vigentes en Mérida, Santa Olalla del Cala, Almonaster la Real y Totana, habiendo desaparecido las de Cáceres y de Oviedo, ésta en proceso de rehabilitación.

Sin embargo el Movimiento Eulaliense actual comprende otros colectivos eulalienses a los que este Cuaderno de Bitácora acoge.